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Aug. 16th, 2009 02:18 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
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Fandom: Mafalda
Reto:04.Cuento. Tabla gen. Misión_insana.
Rating: T.
Género:Romance/Thriller.
Pareja/Personajes: Miguelito x Mafalda x Libertad.
Fragmento:Era muy simple: ella no estaba más en Buenos Aires y lo que pasara allá debía serle indiferente.
Anécdota
Nunca pensó que acabaría siendo él quien la matara, de todos sus amigos, del mundo entero al que observaba con lupa a través de diarios y revistas. Miguel (demasiado mayor para ser "Miguelito", que murió con su primera vez, a cargo de una prostituta, pensando siempre en Mafaldita, su amor desde que eran niños con gorros que los protegían del sol, descalzos en un verano que él hubiera deseado no terminara nunca: fue la única vez en la que realmente sintió que ella era solamente suya) sacude la cabeza y se restriega los ojos, ahora con la cara menos roja que cuando empezó a descargar la tabla sobre su cuerpo suave y rechoncho, adicto a los panqueques y estabilizado con carreras a caballo imaginario cuando niña, ahora con los viajes a la Facultad, que realizaba a pie. Los huesos estaban fundidos a medias con la carne y daba pena mirarla, olerla, saborearla. Ni siquiera intentó huír. Al menos no hasta que llegaron los de la cana, solo entonces se defendió con puñetazos y navajazos que había aprendido en la militancia de ultra izquierda. Nada contra un par de pistolas que no vacilaron ante el mínimo riesgo. Vieron algo los mirones del departamento de enfrente, porque el muy papafrita tenía la ventana abierta y entraba el viento, llenaba de rojo las cortinas blancas que le regaló su aburguesada suegra, que cada tanto los visitaba, molestando porque la piecita no estaba ordenada, todavía no se casaban y ninguna perspectiva de nietos, aunque viviendo así, con un tipo que no trabaja...ojos afilados los de esa mujer, menos mal que él sabía no hacer caso y que Mafalda siempre le decía por teléfono que estaba ocupada estudiando como para que los visitara.
Libertad leyó eso primero en un diario francés, aunque Susanita -que no estudia ni hace nada por su destino, salvo aprender a tejer y esperar que el dichoso hombre de dinero venga a hacerle hijitos, afirmando que tiene mucho por delante aún-la llamaría horas más tarde entre aterrada y contenta, como si le hubiera pasado a un par de desconocidos y chismeara por deporte, sonándose la nariz más por compromiso que por otra cosa e indagándole una vez más, de un modo molesto, que al fin y al cabo Mafalda y ella fueron mucho más cercanas, en especial antes de que se fuera del país, ese añito que pasaron juntas mientras que Miguel hacía obligado el servicio militar por culpa de las exigencias de su abuelo, que amenazó con desheredarlo. Libertad aferraba los libros una vez traducidos por su madre y se iba a cursar en la Sorbona. Una nota anecdótica.O eso parecía, cruzando el charco.
No lloró, solo puso la vista en blanco sobre las paredes tapizadas que tanto le gustaron en las fotos que le dieron del lugar en el que viviría cuando obtuviera la beca. Era muy simple: ella no estaba más en Buenos Aires y lo que pasara allá debía serle indiferente. Debía. Cerró el diario y dejó los libros a un lado. El pan con chocolate quedó sin comer, lo mismo que el café con leche que no se parecía mucho al de allá pero que tampoco estaba tan mal, con toda la cultura europea de por medio que recibían las vacas antes de ser ordeñadas. Aunque ella hubiera preferido la leche de Argentina, que se traía menos complicaciones, lástima que se cuajaba si viajaba mucho y tal vez no la dejarían pasar por la aduana. Más precisamente la que preparaba Mafalda era riquísima, mezclada con los cafés de madrugada que le traía a la cama que compartían en una época que ayer parecía tan lejana, en la que no hacían más que estudiar hasta tarde y mirarse por encima de los apuntes con ansiedad. En fin: ese día no fue a clases y así cumplió su luto. No se imaginó lo que tenía el suceso que ver con ella y la tristeza crónica de Mafalda desde su partida, con la que Miguelito acababa de terminar para siempre, terminada como estaba también su amistad con ellos, el noviazgo de los dos y esa cosa que se le dio con Mafalda, en la que no le gustaba pensar, porque era terriblemente complicada.
Título:Fiebre
Fandom: Sugar rush
Reto:Tabla musical para fandom_insano. 006.La boca del lobo.
Rating: PG-13.
Género:Romance.
Pareja/Personajes: Kim>>>>Sugar.
Fragmento:Sugar le dio un beso en la mejilla y la tomó de la mano, guiándole hacia el baño de mujeres, con una familiaridad cándida que Kim no concebía ni con la gente que le daba techo.
Fiebre
La primera vez que se vieron, Sugar metió a Kim en problemas. Le arrojó unas prendas robadas y corrió calle abajo, con un policía pisándole los talones y dejando una estela de perfume dulzón en el aire. Eso fue desde el principio, su relación con Sugar: un error que se evitó, convirtiéndose en un embarazoso intermedio, suavizado por el embeleso de una y el alivio (sorpresivo) de la otra.
La segunda vez, Sugar le dio un beso en la mejilla y la tomó de la mano, guiándole hacia el baño de mujeres, con una familiaridad cándida que Kim no concebía ni con la gente que le daba techo. Insistió en colocarle parte del maquillaje que llevaba en su bolso. La besó en ambas mejillas (de nuevo), la abrazó y estrechó contra su pecho (muy bien dotado, como no pudo dejar de notar una Kim sonrojada, con un enorme nudo en la garganta).
Hubo una tercera vez porque Sugar insistió en darle su teléfono celular. Comenzó a mandarle mensajes frecuentemente por la tarde, ni bien pasaba una hora del regreso de la escuela y le preguntaba qué hacía, con muchas faltas de ortografía que Kim no podía dejar de notar con una mezcla de desprecio y grandes deseos de castigarle por semejante atrevimiento. Empezó gradualmente. Como una fiebre y Kim no supo que estaba enferma hasta que tuvo que tocarse. La única medicina pensable eran sus labios.
Título:Vincere
Fandom: D-gray man.
Reto:01.Pelea. Crack de misión_insana.
Rating: T.
Género:Romance/U.a/Death.
Pareja/Personajes: Conde x Maná (como Noé).
Fragmento: Son hermanos, al fin y al cabo, una suerte de calcos por obra de un relámpago que se propone destruir el mundo.
Vincere
Es normal que Maná se niegue a ver la realidad. Se esconde en las fantasías que brotan de su pecho, en las que reinan la justicia y la bondad que tiene como virtudes en un pedestal infinito. Hay que desgarrarlo para que entienda. Hacerle ver las marcas que salen sobre su frente cuando el dolor está al máximo y se hace insoportable el disfraz humano. Enseñarle los escenarios que les esperan para arrasar. Al Conde se le hace agua a la boca. A él también debería. Son hermanos, al fin y al cabo, una suerte de calcos por obra de un relámpago que se propone destruir el mundo. Pero entonces se derrumban los cielos y muere. Tan simple. Tan gracioso. Un beso en los labios calcinados. Y ahora el niño.
Título:Su herencia
Fandom: Original.
Reto:Tabla A.S. para menteoriginal. 06.I'm far from home and I'm fighting your war.
Rating: T.
Género:Romance/Humor.
Pareja/Personajes: Shastadasi x Diane (femmeslash), Leah.
Fragmento:Su voz suena hueca, por debajo de la gentileza, pero cuando te pregunta qué puede hacer para que tu regreso sea más apacible, le pides que disponga oficialmente los arreglos para que tu cuarto sea el de Diane ahora.
Su herencia
Leah, la chica de los labios pintados con púrpura, la que te ha reemplazado en tu ausencia (de la que te fuiste del brazo de Diane y regresaste con una caja de cenizas aferrada contra el pecho), te ha felicitado por tus esfuerzos. Ha notado cómo el número de cobrados ha subido en tu libreta. Parece una actuación comercial, de las que hacen en el teatro para conseguir fondos. Su voz suena hueca, por debajo de la gentileza, pero cuando te pregunta qué puede hacer para que tu regreso sea más apacible, le pides que disponga oficialmente los arreglos para que tu cuarto sea el de Diane ahora. Incluso si eso no te convierte en ella, es un primer paso. Buscarás sus pendientes. Recibirás los llamados que sean para ella, no te importa lo que las demás digan. Pelearás con ellas si es necesario. Aunque esta casa ya no sea del todo tuya. Aunque hayas entrado por deseo de Diane en un primer momento y te hayan enseñado a tirar para obedecer su capricho. Antes de que te deje sola con una reverencia, ocultando sus ojos por el copioso flequillo de su abundante melena, le aferras las muñecas, le clavas la mirada (tratas de reproducir aquella que te helaba la sangre en la cabeza, haciendo que corriera con fuerza en tu pecho y al mismo tiempo, que se agolpara entre tus piernas, con dolor a causa de la necesidad imperiosa) y la invitas a borrar todas tus penas en lo que sale el sol, lamiéndote los labios. Soberbia bofetada recibes (también queda guionizado: todo en esa chica parece congelado en sílice, como si ella misma fuera poco más que una muñeca que se mueve y habla). Pero tienes la impresión de que a Diane también se la hubieran dado.