(no subject)

[thecatintherye]

Título:La muñequita sobre la torre
Fandom: Original.
Autor:As beauty dies.
Rating: T.
Género:Romance/Femmeslash.
Fragmento:Querrías decir cuánto la odias, desearías/adorarías/codiciarías el momento en que se lo escupieras a la cara, porque esperas que eso la hiera de alguna forma.

 

La muñequita sobre la torre

Tiene labios que supuran veneno y una dentadura perfecta. Es mujer y cuando habla, sus palabras son venenosas, por eso se queman contra tu piel.

Querrías decir cuánto la odias, desearías/adorarías/codiciarías el momento en que se lo escupieras a la cara, porque esperas que eso la hiera de alguna forma.

(Eres detestable, detestable, detestable.)

***

Con sus palabras, sientes que no eres más que una muñequita. Hermosa, perfecta y…

(no recuerdas lo que significa ser un todo por ti misma: vivir, respirar, escapar de una vez)

…que solo sirve para juntar polvo en la repisa.

 

Título:Soliloquio
Fandom: Original.
Autor:As beauty dies.
Rating: T.
Género:Romance/Femmeslash.
Fragmento:Solo ustedes dos en caminos que se cruzan entre la locura y otra cosa, que en verdad no quieres saber.

 

Soliloquio

A veces, lo que dices se diferencia muchísimo de lo que realmente QUIERES decir.

-Ayúdame a pararme.-Te dijo, pero QUERÍA pedirte que la amaras.

El problema: esto no es un soliloquio.

Solo ustedes dos en caminos que se cruzan entre la locura y otra cosa, que en verdad no quieres saber.

(Porque se parece bastante al amor)

No le tocas siquiera, aunque las lágrimas se hayan formado en sus ojos y esté temblando al punto de que ambas cosas son evidentes (por tu culpa), te alejas por otro lado.

 

Título:Un secreto de boca pintada
Fandom: Original.
Autor:As beauty dies.
Rating: T.
Género:Romance/Femmeslash.
Fragmento:Me daba igual que ella tuviera veinte y tantos mal llevados, en tanto yo andaba por los quince.

 

Un secreto de boca pintada

Una vez que te enamoras, tus deseos conservadores se van con la corriente.

Elizabeth Bowen.

Yo no era una Lolita, aunque existan los que quieran verme así. Son propensos a pensar en ella como en Humbert Humbert, un monstruo o algo parecido, en tanto yo era una víctima, pobre e inocente: su pequeña Lo. La gente parece pasar olímpicamente por algo: que no éramos así. Nunca lo fuimos. No se casó con mi padre ni me abusó, tampoco me engañó para que cumpliera sus deseos. No fabricó mi amor. Sabíamos que estaba mal. Yo lo sabía y no me interesaba.

Me daba igual que ella tuviera veinte y tantos mal llevados, en tanto yo andaba por los quince. Aunque la sociedad dijera que estaba mal. Que ella debía saberlo mejor que yo, puesto que era mayor, tenía cultura y responsabilidades. Debió detenerme antes de que fuéramos demasiado lejos. Que yo era demasiado ingenua para darme cuenta de que mi amor no era tal cosa: una simple obsesión penalizada por la ley. Éramos pervertidas.

A nadie parece importarle que yo la ame de verdad. Que la invité a salir luego de conocerla de años, que lo deseaba muchísimo: fui yo la que le rogó que me considerara, para ver si al menos podía encontrar algo en mí que le gustara. Fui la egoísta que la corrompió. La presioné hasta que dijo que sí. Me advirtió que no quería ir a la cárcel. El riesgo era grande. Me pidió que esperara si iba en serio.

No pude hacerlo.

Título:Vis inertiae
Fandom: Rozen Maiden
Reto:Todos mienten; pero no importa porque nadie escucha. 30vicios, Leyes de Murphy.
Rating: T.
Género:Romance/Angst/Slight U.a.
Pareja/Personajes: Kirashuisho, Jun x Shinku.
Fragmento:Pero no puede haber nadie más importante que Kirashuisho, tal y como ella se lo recuerda, con un guiño de su único ojo y un apretar de los dientes, repitiéndole que quedan nueve copas de vino rojo.

 

Vis inertiae

Kirashuisho le dice a Jun que se apure a servir las copas para sus invitados imaginarios. Jun siente mucho frío en esa dimensión, que está por encima del cielo: anillos planetarios como mesas interminables y usan estrellas para sentarse. Tiene la impresión de que debería apurarse, pero no solo para complacer a su Ama (si no lo hace, el anillo de la rosa mandará descargas eléctricas por su sistema nervioso: el dolor es indecible), sino también para ir (o volver) a alguna parte, donde quizás lo espera alguien más o menos importante. Pero no puede haber nadie más importante que Kirashuisho, tal y como ella se lo recuerda, con un guiño de su único ojo y un apretar de los dientes, repitiéndole que quedan nueve copas de vino rojo. Sin embargo, la mirada de Jun se hunde en el líquido carmín. Cree ver el satén de un vestido repleto de volados blancos, embebido en toneladas de sol. Corre solo por un prado cubierto de flores que huelen a delicia, la propietaria (su rostro está borroso, pero casi recuerda su voz, a veces mandona y otras tan suave que daba gusto estar…¿a su cargo?) extendiendo una mano delicadamente para que él se la bese y se arrodille para recibir su bendición. Carmesí. Esa palabra significa algo que le duele en el corazón. Pero aunque fuerce sus ojos vacíos en los recuerdos huecos, no puede encontrarlo. Y esa necesidad dura solo un momento, antes de que Kirashuisho haga que una de las copas se reviente entre sus dedos, causándole gran dolor.